Respuesta:
Explicación:
Cristo es todo para nosotros, y debemos 'permanecer' en Él permanentemente, de continuo, firmemente, para siempre. Para que el fruto del Evangelio florezca y bendiga nuestra vida, debemos ceñirnos con firmeza a Él, el Salvador de todos nosotros, así como a Su Iglesia, que lleva Su santo nombre.